Conozcamos nuestros derechos

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sábado, 23 de enero de 2016

UN GRAN FOTÓGRAFO NOS MUESTRA DÓNDE DUERMEN LOS NIÑOS REFUGIADOS SIRIOS

Uno echa de menos su cama. Otra, su muñeca de ojos oscuros. Un tercero está soñando un tiempo en que la almohada no era su enemigo.
La guerra en Siria ha continuado durante casi cinco años, más de dos millones de niños están tratando de huir de la guerra, del horror. Han tenido que dejar atrás a sus amigos, sus hogares y sus camas. Algunos de estos niños se ofrecen para mostrarnos donde duermen ahora, cuando todo lo que una vez, ya no existe.
Magnus Wennman, ganador de dos premios World Press Photo y ganador cuatro veces del galardón al Fotógrafo Sueco del Año, ha conocido refugiados en innumerables campos de refugiados durante este año.
Fotografiska y Aftonbladet tienen como objetivo el reconocer la situación de vulnerabilidad de estos niños que han sido desplazados por la guerra, apoyando a la Agencia de Refugiados de la ONU ACNUR.
Lamar, 5 años, Horgos, Serbia 


LOS ESPAÑOLES CREEN QUE EUROPA DEBE LIMITAR MAS LA ACOGIDA DE LOS REFUGIADOS Y VIGILAR SUS FRONTERAS

La gran mayoría de los españoles (73%) cree que la integración de los refugiados en Europa no será fácil, que Europa tiene un límite de acogida (72%) y que debe controlar mejor sus fronteras exteriores para evitar estas llegadas (66%). Estos aspectos definen una actitud reticente a la llegada de refugiados según muestra la 37 oleada del Barómetro del Real Instituto Elcano (BRIE) sobre problemas internacionales, realizada de manera telefónica —del 10 al 23 de Noviembre del 2015—  a una muestra de 1.002 individuos residentes en España mayores de edad. La mayoría (55%) está en desacuerdo con la frase “Europa debe acoger a todos los que lleguen”, y el acuerdo con la frase “Europa está siendo poco generosa en este proceso” no llega a la mitad (49%) con un 43% en desacuerdo.
Decenas de migrantes esperan en la frontera entre Eslovenia y Austria

MADAYA, LA CIUDAD SIRIA DE LOS ESQUELETOS ANDANTES

35 personas han muerto ya por inanición en esta pequeña ciudad, cruel espejo de una guerra sin fin.

"Cada día siento que me desmayaré y ya no volveré a despertar". Quién así habla es Mohammad, un afortunado vecino de Madaya. Y tiene suerte porque aún vive. En esta ciudad siria, bloqueada por la interminable guerra civil entre el régimen de Al Asad y los rebeldes, la gente se está muriendo de hambre. "Comemos cada dos días, agua, sal...y hojas de los árboltes". En Al Fouaa y Kefraya están condenados a sufrir el cerco de grupos rebeldes por su lealtad al Gobierno. La situación de estas tres ciudades se repite en doce poblaciones más, se calcula que 400.000 personas se encuentran sitiadas. Un kilo de arroz puede valer 200 eurosMohammad cuenta que sus conocidos “van todos los días a los puestos de control y piden salir, pero el gobierno no se lo permite”. Ambos bandos coartan los derechos más básicos de estas personas: libertad de movimiento, alimentación, integridad física… En octubre unos hombres intentaron introducir clandestinamente alimentos en algunas poblaciones, como Al Fouaa, y al ser descubiertos fueron ejecutados por los rebeldes de Jaysh al Fateh. Las mezquitas de localidades cercanas anunciaron la ejecución para dar una lección a todo el que se atreviera a intentarlo,  aunque sólo “intentase introducir un solo pan” relata Mazen, residente en la ciudad. Los pocos alimentos que hay son vendido a un alto precio: “un kilo de arroz puede valer 200 euros” explica Antonio Salort-Pons, Jefe de la Oficina en Madrid del Programa Mundial de Alimentos de la ONU (WFP, por sus siglas en inglés). Algunos padres han llegado a utilizar “medicamentos con glucosa” para dar algo de azúcar a sus hijos, según explica José Antonio Bastos, presidente de Médicos Sin Fronteras en España (MSFE). 

Um Sultan, que reside en Madaya, cuenta que cada día oye hablar sobre nuevos casos de personas que no pueden moverse, ahora su esposo también ha caído enfermo: “No puede levantarse de la cama, y cuando lo hace se desmaya”. Siria sufre los efectos de la guerra que afecta a unos 6 millones de personas. 4,5 millones siguen dentro del país y, de ellos, el 84% no sabe si va a comer todos los días, según el Programa Mundial de Alimentos de la ONU. También hay 1,2 millones de refugiados en Turquía, Jordania, Líbano, Irak y Egipto sin ayuda internacional.

Familias sirias esperando permiso para salir de la ciudad situada de Madaya

Mueren 12 refugiados sirios e iraquíes en el Egeo

El pasado 22 de enero, unos pescadores vieron cadáveres en el agua y avisaron a la guardia costera, las patrullas encontraron 12 cuerpos y 25 personas con vida. Los supervivientes aseguran que en la barca viajaban alrededor de 50 personas, por lo que 13 de ellas permanecen desaparecidas. Una de las mujeres que llegaron con vida se encontraba con hipotermia y fu ingresada en un hospital.

Los refugiados habían partido de una cala del municipio de Foça, a 50 km al norte de la ciudad turca de Esmirna, separado de la isla griefa de Lesbos por un brazo de mar de nos 32 km.

Sky Witnesses Distressing Migrants Rescue

http://news.sky.com/story/1623626/sky-witnesses-distressing-migrants-rescue

Pequeña explicación del problema en Siria




miércoles, 20 de enero de 2016

Una niña y una mujer refugiadas mueren de frío en Lesbos en plena oleada de llegadas

El frío empieza a cobrarse sus primeras víctimas entre los refugiados. Una niña de cinco años y una mujer han sido las primeras víctimas de las bajas temperaturas de las que se tiene constancia. Su patera naufragó en el mar Egeo en la travesía entre las costas turcas y la isla griega de Lesbos, fueron rescatadas con vida por una patrullera de la agencia de control fronterizo comunitario, Frontex, pero poco pudieron hacer por ellas los servicios de emergencias. La niña, que había caído al agua, falleció por hipotermia al poco de ser rescatada, mismo sino que aguardó a la mujer.
Según fuentes policiales, la suavización de los vientos en el canal que separa Lesbos de la costa turca sirvió para que las mafias de traficantes de personas que se aprovechan de la desesperación de los refugiados lanzaran a la mar decenas de lanchas, después de días de parón en el negocio. El resultado: más de mil refugiados llegaron a Grecia en las primeras 12 horas del miércoles. 800 un día antes.

LLEGAN A PUERTO EN BUEN ESTADO LOS 17 INMIGRANTES RESCATADOS CERCA DE MOTRIL GRANADA


Los 17 inmigrantes de origen subsahariano rescatados esta tarde a 25 millas al sureste del cabo Sacratif en Motril (Granada), entre ellos un bebé y dos mujeres, llegaron pasadas las 23,00 horas de esta noche, en buen estado, al puerto de Motril (Granada).
El patrón de la embarcación Guardamar Polimnia, que ha trasladado a los inmigrantes hasta Motril, ha explicado que el dispositivo de búsqueda de la patera se inició este mediodía, tras recibir el aviso de una cooperante que alertó de la salida de la embarcación la pasada madrugada desde Nador (Marruecos).
Además de la embarcación Guardamar Polimnia, tanto en la búsqueda como en el rescate ha participando el helicóptero Helimer 203.
El rescate se ha llevado a cabo a las 19,48 horas, cuando un buque que navegaba por la zona ha avisado del avistamiento de la patera a unas 25 millas al sureste de la costa granadina.
A su llegada al puerto de Motril, los inmigrantes han sido atendidos por Cruz Roja y posteriormente han sido puestos a disposición de la Policía Nacional.

TRES BOMBEROS SEVILLANOS DETENIDOS EN LESBOS

Los bomberos españoles detenidos en la isla de Lesbos (Grecia) llegaron a Sevilla a las diez y media de la noche del pasado martes entre palmas, una atronadora ovación y gritos de "culpables son las bombas, no los bomberos". El aeropuerto de San Pablo era una 'fiesta' con cientos de familiares, amigos y compañeros de estos bomberos que llevan dos semanas rescatando refugiados que huyen de la guerra en Oriente Medio.

Su solidaridad hacia los centenares de refugiados que llegan cada día a las costas griegas se vio así recompensada con esta calurosa bienvenida. Irónicamente fue esa solidaridad la que les hizo terminar en un minúsculo y húmedo calabozo el pasado 14 de enero.

Acusados de tráfico de personas y posesión de armas (dos cuchillos, explican, para las labores de rescate), Manuel Blanco, Julio Latorre y José Enrique Rodríguez, de la ONG Proem-aid, estuvieron desde el pasado jueves en un lóbrego calabozo a la vista de todo aquel que entraba en las dependencias policiales. Los tres fueron detenidos cuando, al ver precintada su embarcación de rescate, se embarcaron con dos compañeros daneses y estaban ayudando a que tres barcos repletos de refugiados llegaran a tierra firme. La presión internacional y diplomática por parte de España ayudó a que el sábado fueran liberados tras depositar 15.000 euros.

Al llegar al aeropuerto, Rodríguez ha asegurado que "teníamos todos los permisos y trabajábamos en coordinación con las autoridades. ¿Qué ha pasado? Yo creo que ha sido un error o un escarmiento. Puede ser que allí cada uno esté trabajando a su manera y [la guarda costera griega] quiera que se trabaje como ellos quieren".

¿Ha sido un escarmiento? "Nos hemos enterado ahora que les han prohibido a los voluntarios dar ropa seca a los refugiados, con lo cual entendemos que han tomado una determinación radical", afirma David Galindo, uno de los tres voluntarios que no acabó encarcelado.
Ayudan a 9.000 personas cada dos semanas.


El sargento Mario Arcos, que ya ha realizado labores de rescate en la isla griega a lo largo del pasado mes de diciembre, cuenta que han llevado a cabo su propio conteo en la franja de la costa donde trabajan (entre la capital, Mitilene, y el extremo sur de la isla): 147 embarcaciones en 15 días. Si cada lancha lleva a unas 60 personas, eso significa que han ayuda a 9.000 personas durante las dos semanas que dura cada relevo, en los que hay seis bomberos turnándose en dos grupos de tres que trabajan día y noche.

Gran parte de las embarcaciones comienza a llegar horas antes del amanecer, entre las 4 y las 5 de la mañana, y más de la mitad de los que llegan son niños y "personas de edad avanzada". Arcos subraya que los rescates presentan dos grandes problemas: la baja temperatura del agua y la orografía, "que al tener un perfil muy irregular daña las embarcaciones y provoca que los barcos se rompan antes de llegar a la costa". El sargento de bomberos, cuyo puesto de trabajo habitual es la estación del Polígono Sur de Sevilla, subraya que "su trabajo es localizar las embarcaciones e intentar llevarlos hasta una zona de abrigo segura".

Antes de sumergirse prácticamente con la ropa puesta a rescatar a niños, ancianos y adultos de mediana edad, explican que lo primero que se ve al acercarse a la isla de ecos mitológicos es una franja "tintada de color naranja". Son los chalecos salvavidas que dejan atrás los que huyen de la guerra al pisar tierra firme.

(Noticia tomada de eldiario.es)